BOGA MENDI MARTXA 2014: RELATO Y FOTOS

Una vez más, con cierto retraso paso a contaros lo sucedido:

Como sensación general, no me encuentro demasiado satisfecho con lo acontecido en esta martxa, pero no porque no estuviese perfectamente organizada o por que no me gustase su recorrido. No. En esta ocasión mi descontento solamente es achacable a mi rendimiento en ella.

La martxa partía de Ondarroa a las 07:00 horas de la mañana por lo que tuve que pegarme el consiguiente madrugón para llegar a tiempo, cosa que conseguí de sobra...
....Teniendo tiempo para aparcar con calma, acreditarme e incluso re-desayunar invitado amablemente por colaboradores de la organización.
Poco a poco fueron llegando el resto de los participantes...
...Para, a las 07:00, con puntualidad británica, tomar la salida.
Durante los primeros metros del trazado se atraviesa el pueblo...
...Para de inmediato poner a prueba piernas y pulmones con las primeras rampas.
Eso si, en cuanto ganamos algo de altura y salimos de la protección de las casas, recibimos un premio espectacular. Estas vistas sobre el puerto de Ondarroa al amanecer resultan impagables. Cualquier esfuerzo merece la pena.

Antes de la salida me encontré con Aitor, compañero de trabajo y fatigas montañeras con el que compartí los primeros kilómetros. Todo el tema de conversación giró en torno a la Hiru Haundiak y es que está ya muy próxima y todos los que vamos a participar estamos ya literalmente"pegados" a ella.
Durante estos momentos, la martxa se había estirado y comenzamos con las primeras carreras.
Se lanzó... Las subidas, andando a todo lo que daba, el llano (muy poco, ya que la martxa es un contínuo subir y bajar) trotando y las bajadas corriendo...
Al poco tiempo Aitor me dijo que prefería ir más despacio y se quedó atrás (sabia decisión).
A pesar del ritmo, hay momentos que la belleza de las vistas obliga a parar, aunque sea solamente unos segundos, para intentar llevarse una foto que inmortalice el momento.
Sin embargo, no hay tregua...No por la dureza de la prueba, que la tiene, sino el ritmo de los participantes en los que se intuye, se lee. el pensamiento fijo en la 3HH.
...Vistas y paisajes...
...Subidas y bajadas a "degüello"...
Un trazado en "dientes de sierra" que va "endulzando" los sentidos y castigando con dureza a nuestras piernas.
Tras superar tres cimas y los núcleos de Asterrika, Erribera y Larruskain, llegamos al avituallamiento de Etxebarria, paso previo para afrontar el tramo más duro de la jornada, el Kalamua.
Tras salir del "avi", más o menos sobre el km. 25 comienza una subida asfaltada que se va empinando paulatinamente y comienzan mis problemas.

El cuadriceps de la pierna izquierda comienza a agarrotarse, provocándome cada vez mayor dolor al adelantar la pierna. A medida que aumenta la pendiente, se intensifica el dolor, haciéndome perder cada vez más el ritmo...
 La subida al Kalamua resulta muy dura incluso encontrándose bien, por lo que se me hace eterna...
Además, al bajar tanto el ritmo, comienza a adelantarme mucha gente, por lo que cada vez voy hundiéndome más...
...Hay momentos en los que tengo que parar. El dolor es cada vez más intenso y sobre todo, es desconocido para mi, ya que nunca lo había sentido en esa zona y mucho menos tan fuerte, por lo que comienzo a asustarme pensando en que no voy a poder continuar...
A duras penas llego a la cima, donde se encuentra un grupo de montañeros que, ajenos a mis sufrimientos, disfrutan de un plácido día de montaña.
Vistas desde la cima de Kalamua.

Comienzo el descenso y apenas comienzo a bajar, el dolor del cuadriceps se atenúa por lo comienzo a correr, comprobando que el dolor se convierte en ligera molestia. Acelero el ritmo y todo parece responder hasta que entramos en una zona embarrada que provoca varias "malas pisadas" que amagan con que se me "suban" los gemelos. 
Además, el barro provoca que en algunos tramos haya que realizar saltos y pequeñas trepadas para entrar y salir de la pista y los "isquios" también amagan con subirse.... No se trataba de un problema de los cuadriceps en concreto, sino que voy totalmente "acalambrado" y cualquier requerimiento especial a cualquier músculo hace que este no responda y tienda a agarrotarse.... Vamos lo comunmente conocido como "rampas"... ¡¡¡Estoy listo!!!. Ni subo, ni bajo, ni nada...
Comienzo a hidratarme a marchas forzadas, me tomo sales y un gel... Evalúo la situación: Estoy en el km.30, por lo que me quedan 24, el terreno no va ha dar tregua puesto que es un sube-baja continuado y estoy hecho un "cristo". Comienzo a pensar en coger la ruta "alternativa" de 47 km. con lo que me ahorraría 7 km.
En el avituallamiento de Arnoate tomo la decisión: A la derecha el recorrido oficial, 54 km., a la izquierda el "alternativo", 47 km.:
 "No me importa sufrir, bajando un poco el ritmo puedo hacerlo... ¿Y si termino lesionándome a estas alturas?"...
Tomo el camino de la izquierda.
Cargo todo el agua que puedo y preparo bebida isotónica, me armo de paciencia y bebo, bebo y bebo...

Poco a poco me empiezo a encontrar mejor y subo el ritmo...

...Incluso atravieso las zonas más complicadas con relativa soltura... Comienzo a dudar sobre si he tomado la decisión correcta o me "he rajado" con demasiada facilidad...
Dándole vueltas al tema y con cierta sensación de derrota, empalmo de nuevo con el trazado del recorrido oficial por el que transitan muy pocos corredores, los más fuertes. Todos ellos me llevan 7 km. de ventaja aunque lleguemos a la vez...¡¡¡Que máquinas!!!.
Sufriendo los últimos km. de asfalto llego a Ondarroa.
Meta en Zubi Zahar Ikastola.

Os pongo los parámetros recogidos por mi GPS:

CONCLUSIONES:

Preciosa martxa con paisajes inigualables y trazado exigente. 

La organización precisa y eficaz (como debe ser) y los voluntarios amabilísimos...de "10".

Vistos desde la distancia, mis resultados no fueron tan malos, teniendo en cuenta las circunstancias. Tras analizarlos, pienso que mi rendimiento no fue tan desastroso:

- En las dos semanas anteriores solamente entrené cuatro días y a "bajo nivel": Dos por estar en turno de noche y otros dos, por encontrarme de vacaciones, en asfalto y encima me pillé una sobrecarga en los gemelos que me impidió hacer nada más.

- Fui a Ondarroa  con dos horas de sueño "mal dormidas".

- Creo que no me hidraté correctamente durante los primeros kilómetros y sobre todo que no repuse suficientemente las sales que perdí con el sudor.

- Parece que mi ego me gasta malas pasadas, convenciéndome de que puedo estar más adelante de lo que es la realidad. No puedo pretender seguir a determinada gente y no pagar por ello. Están más en forma y son más fuertes y punto. En este momento, mi lugar está más atrás, a menos ritmo.

-De todo se debe aprender. Una cura de humildad no me viene nada mal. Así me irá mejor.

- El año que viene volveré a Ondarroa y completaré el recorrido.




0 comentarios:

Publicar un comentario